Iberdrola ha recibido el visto bueno del regulador de energía marina estadounidense (BOEM, por sus siglas en inglés) a la evaluación de impacto ambiental para su megaproyecto de eólica marina de New England Wind, con un potencial de hasta 2.000 megavatios (MW).
La obtención de esta declaración final de impacto ambiental (FEIS, por sus siglas en inglés) representa "un importante hito en materia de permisos" que acerca al proyecto a la aprobación federal total, con un registro de decisión previsto para el próximo mes de abril y la aprobación del plan de construcción y operaciones en julio, informó Avangrid, la filial estadounidense de Iberdrola.
En concreto, el área de arrendamiento de New England Wind tiene potencial para proporcionar unos dos gigavatios (GW) a la región, suficiente energía limpia para suministrar a casi un millón de hogares y empresas.
El consejero delegado de Avangrid, Pedro Azagra, mostró su satisfacción por el hecho de que la declaración final de impacto ambiental "identifique los beneficios del proyecto de manera clara y consistente, lo que marca un paso fundamental para llevar esta energía a la región de Nueva Inglaterra".
"La semana pasada, Avangrid anunció un logro histórico al poner en funcionamiento las primeras cinco turbinas de Vineyard Wind I y, a medida que continuamos aprovechando los 68 MW de energía que actualmente entregamos a Massachusetts, nos complace lograr otro hito que marca el sólido impulso de nuestra cartera de energía eólica marina líder en el país", añadió.
Dos fases
Este proyecto cuenta con dos fases, una primera integrada por el parque eólico marino Park City Wind, que tendría una potencia instalada de más de 800 MW y una segunda por el de Commonwealth Wind, de unos 1.200 MW.
Inicialmente la energética era socio de Copenhagen Infrastructure Partners (CIP) en ambos proyectos, aunque a finales de 2022 alcanzó un acuerdo de reestructuración por el que tomaba la propiedad total de Commonwealth Wind y Park City.
Avangrid ya había cerrado acuerdos de compra de energía (PPA, por sus siglas en inglés) para los dos proyectos con las empresas estatales de distribución eléctrica, aunque el año pasado decidió rescindirlos al considerar que las condiciones pactadas no garantizaban su viabilidad económica.
No obstante, en ambos proyectos la energética mostró su deseo de seguir adelante, avanzando en la consecuencia de los diferentes trámites y permisos, y planeando acudir a las próximas subastas.
Desaceleración en 2023
La eólica marina en Estados Unidos vivió en 2023 una importante desaceleración, después de que los desarrolladores decidieran plegarse en varios proyectos debido a su complicada viabilidad por los aumentos de los precios de las materias primas, las subidas de los tipos de interés y los problemas en la cadena de suministro, lo que se trasladó en un aumento de los costes que no compensaba los contratos de venta de energía firmados vinculados a ellos.
Así, Orsted, Equinor o BP también optaron por cancelar proyectos en eólica marina por miles de millones tras ver como los contratos de venta de energía existentes eran insuficientes para cubrir los gastos asociados al desarrollo y financiación de estos parques.
A principios de este año, la energética presidida por Ignacio Sánchez Galán ya inició la puesta en marcha del parque eólico marino Vineyard Wind I, el primer proyecto a gran escala de esta tecnología en Estados Unidos, con 806 megavatios (MW) de capacidad.
El proyecto, en el que Avangrid es socio con el grupo inversor danés Copenhagen Infrastructure Partners (CIP) y que ha contado con una inversión de 3.000 millones de dólares (unos 2.700 millones de euros), ya cuenta además con cinco turbinas funcionando a pleno rendimiento.
Apuesta estratégica del grupo
Dentro de la cartera de renovables de Iberdrola, la energía eólica marina es una de las grandes apuestas de la compañía, con nuevas plataformas de crecimiento en Polonia, Suecia, Irlanda, Estados Unidos, Brasil, Filipinas y Japón, lo que le ha permitido contar actualmente con una cartera eólica marina superior a los 30 GW.
Entre los proyectos más destacados de la compañía, además de Vineyard Wind I, sobresalen en Reino Unido el complejo East Anglia Hub, que contiene tres proyectos con una capacidad instalada total de 2.900 MW, Saint-Brieuc, en Francia, o sus tres parques en aguas bálticas: Wikinger, Baltic Eagle y Windanker.
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