Su mensaje sobre la centralidad de la persona es moderno y universal, aunque en su gran obra cada lector encuentra lo que quiere y cada político lo que mejor le cuadra. La primera ministra italiana, Giorgia Meloni , considera a J.R.R. Tolkien su mito literario, al que atribuye haber moldeado su visión del mundo y forjado su identidad política. De hecho, Tolkien se ha convertido en el escritor símbolo de la derecha italiana, acusada desde la izquierda de haberse apropiado de una de las sagas de literatura fantástica más queridas del mundo. «Creo que Tolkien podría decir mejor que nosotros en qué creen los conservadores », dijo Meloni, que considera 'El Señor de los Anillos', publicado en 1954, su serie de libros favorita, como un texto sagrado. Noticia Relacionada estandar No Giorgia Meloni: de una infancia difícil a convertirse en la mujer más poderosa de Italia Ángel Gómez Fuentes En su autobiografía 'Yo soy Giorgia', la primera ministra revela que su madre estuvo a punto de abortar y la dura relación con su padre. También desgrana su ideología y sus principios Para rendirle homenaje, Giorgia Meloni visitó la exposición titulada 'Tolkien. Hombre, Profesor, Autor', abierta con gran expectación desde el viernes hasta el 11 de febrero en la Galería Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo de Roma, con el respaldo del Ministerio de Cultura, que aportó 250.000 euros . Se exponen más de 1.300 objetos, incluidas 900 primeras ediciones de todo el mundo, cien obras de arte inspiradas en su trabajo, cartas, documentos, manuscritos, fotos y un pasillo que acoge los testimonios de celebridades que amaron al escritor: desde Barack Obama al Papa Francisco , desde Paul McCartney a Ringo Star o Stephen King. Sin olvidar también un recorrido por las etapas de las distintas adaptaciones cinematográficas antiguas y modernas, desde la película de animación de Ralph Bakshi hasta la trilogía de 'El Señor de los Anillos' del director Peter Jackson, ganadora de 17 Oscar. «Con más de doscientos cincuenta millones de ejemplares vendidos, ' El Señor de los Anillos ' es el tercer libro más leído en la historia de la humanidad después de la Biblia y el Corán , una saga amada por una variedad de lectores de todas las nacionalidades, credos, culturas y edades. Tolkien ha entrado de lleno en el canon de la literatura », afirma Giuseppe Pezzini, profesor italiano de Latín en la Universidad de Oxford, que ayudó a montar la exposición en Roma. «Tolkien, como todos los grandes autores, no puede reducirse fácilmente a etiquetas o ideologías» Profesor Giuseppe Pezzini Giorgia Meloni visitó la muestra de Tolkien vestida de blanco de pies a cabeza como Galadriel, la noble dama elfa, un personaje de Arda, el universo imaginario fantástico creado por el escritor británico en 'El Señor de los Anillos'. Esta gran exposición corona una serie de celebraciones en todo el mundo, en el 2023, para conmemorar los cincuenta años de la muerte de J.R.R. Tolkien. «Es una bella página de cultura –dijo la líder de Hermanos de Italia–, una exposición muy bella y completa; como persona que conoce bastante bien el tema vi muchas cosas que no sabía». En su autobiografía 'Yo soy Giorgia: Mis raíces, mis ideas' no faltan citas de Tolkien y recuerdos conmovedores de cuando se disfrazaba de hobbit. Meloni, en la exposición Gobierno de Italia Una fijación que comparte con todo su entorno político, dado que el universo de Tolkien fascinó al Movimiento Social Italiano, el partido nacido de las cenizas del fascismo, desde los años 1970. El mundo de Tolkien acompañó todas las evoluciones de la derecha hasta Hermanos de Italia, el partido fundado por Giorgia Meloni en diciembre de 2012. Reverenciaban 'El Señor de los Anillos', con sus heroicos hobbits luchando contra fuerzas malévolas. Para los jóvenes activistas que crecieron con Meloni, Tolkien es un pilar intelectual que representa la lucha por defender la identidad cristiana y occidental. «Para nosotros -escribió Meloni-, aquel libro era un mito ya en aquella época. En las fiestas de carnaval para los niños de la escuela, todos nuestros militantes se disfrazaban: Algunos, de hobbit; otros, de elfo o de enano , y obviamente no faltaban Sauron, Aragorn, Gollum y Gandalf». En discursos Entre elfos y enanos, Giorgia Meloni visitó la exposición acompañada de su hermana Arianna, unidas como Sam (el personaje preferido de la primera ministra) y Frodo, toda una metáfora. En efecto, Arianna, su hermana mayor y brazo derecho en el partido, celebró su victoria en la noche del 25 septiembre 2022, comparándola con la de los dos hobbits protagonistas de 'El Señor de los Anillos', Frodo y Sam : «Te acompañaré al Monte del Destino para tirar ese anillo al fuego, como Sam con Frodo, sabiendo que no es mi historia la que será contada , sino la tuya, como es justo que así sea». Giorgia Meloni ha echado mano en ocasiones importantes de citas de 'El Señor de los Anillos'. En el año 2002, siendo una veinteañera, cuando era responsable del movimiento estudiantil de Alianza Nacional cerró, ante más de 5.000 personas, el congreso de AN con estas palabras: «No nos corresponde a nosotros dominar todas las mareas del mundo. Nuestra tarea es hacer todo lo posible para salvar los años en que vivimos, erradicando el mal de los campos que conocemos, para dejar tierras sanas y limpias a los que vienen después». En la noche del triunfo electoral, su hermana Ariana le recordó: «Hoy más que nunca, las palabras de Tolkien con las que cerraste aquel discurso son una brújula». Uso controvertido Algunos medios anglosajones, como 'The Times' o 'The Guardian' se preguntan de dónde viene la pasión de Giorgia Meloni por 'El Señor de los Anillos' y critican, con acentos diversos, cierto intento de la derecha por ocupar las instituciones culturales, incluso por medio de la exposición sobre Tolkien. El ministro del Cultura, Gennaro Sangiuliano, rechazó las críticas de que la derecha intenta apropiarse de la obra de Tolkien: «Él fue un católico y un auténtico conservador. Quiso preservar los valores: lo humano, la centralidad de la persona, el valor de la amistad, coraje, honor»; un defensor de ciertos valores tradicionales «olvidados» en Occidente. El ministro de Cultura afirmó que Tolkien estaba « contra el fascismo, pero también contra el comunismo ». Gennaro Sangiuliano negó que la exposición fuera un proyecto favorito de Meloni, añadiendo que la primera ministra también apoyó la exposición de Antonio Gramsci, filósofo y político, uno de los fundadores en 1921 del Partido Comunista Italiano. Gramsci ideó hacer de la cultura un sector en el que la izquierda ejercitara su hegemonía. Para el ministro Sangiuliano, según explicó a ABC, «el resultado de esa hegemonía ha sido una demolición de culturas y modelos ligados a la tradición, a la familia, a la vida, al sentido religioso, a la identidad y a las raíces, a los méritos y capacidades personales». Son estos precisamente los valores que la derecha ve en la saga de Tolkien, una nueva visión del mundo hecha de luchas, de valores y de lealtad. Anuncio de la exposición ABC Pero no se puede etiquetar al narrador de Tierra Media como un autor de derechas, según explica el profesor Giuseppe Pezzini, quien considera que «Tolkien, como todos los grandes autores, no puede reducirse fácilmente a etiquetas o ideologías». Concluye Pezzini que «también en Estados Unidos el movimiento 'hippie' adoptó 'El Señor de los Anillos'. No hay nada político en esta exposición», concluye Pezzini. La obra de Tolkien la han amado personas muy diversas. Por ejemplo, en las antípodas de Giorgia Meloni, pero apasionada de Tolkien como ella, estaba la escritora Michela Murgia, feminista de izquierdas, que en un programa de la Rai dedicado a las figuras femeninas de 'El Señor de los Anillos' profundizó «en cuestiones como la proyección del imaginario católico en la figura de Galadriel», según contó la escritora en Facebook. En realidad, la obra de Tolkien viene como anillo al dedo a personas muy diferentes, pero unidas por el amor a su escritura y su poderosa imaginación. A propósito de cierta disputa entre la izquierda y derecha sobre Tolkien, el periodista y escritor Massimo Gramellini escribe en el 'Corriere della Sera': «Las obras maestras del alma unen lo que el partidismo del cerebro divide. El hecho de que la izquierda pseudoculta haya desdeñado a menudo la saga espiritual de Tolkien no autoriza al Gobierno a apropiarse de ella, ni a la oposición a ver con sospecha la decisión de dedicar una exposición a su creador».
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