El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido este jueves mantener sin cambios los tipos de interés, de forma que la tasa de referencia para sus operaciones de refinanciación seguirá en el 4,50%, mientras que la tasa de depósito permanecerá en el 4% y la de facilidad de préstamo en el 4,75%.
De esta forma, el instituto emisor deja los tipos intactos por quinta reunión consecutiva desde que pisase el freno en su cita de octubre, tras acometer diez subidas seguidas del precio del dinero, que lo situaron en su nivel más alto en más de 20 años.
El BCE ha afirmado que los tipos de interés "se encuentran en niveles que están contribuyendo de forma significativa al proceso de desinflación en curso", si bien ha indicado que las presiones inflacionistas internas son "intensas" y mantienen los precios de los servicios "elevados".
"La inflación ha continuado descendiendo gracias a la bajada de los precios de los alimentos y de los bienes. La mayoría de los indicadores de la inflación subyacente están disminuyendo, el crecimiento de los salarios se está moderando gradualmente y las empresas están absorbiendo parte del incremento de los costes laborales en sus beneficios", ha resumido el BCE.
El 'guardián del euro' había elevado los tipos en 450 puntos básicos durante el ciclo de subidas que dio comienzo en julio de 2022, si bien ahora los mercados apuestan por que el BCE rebaje la tasa de referencia en verano.
La decisión del BCE llega después de que la tasa de inflación interanual de la zona euro fuera en marzo del 2,4%, dos décimas por debajo de la subida de precios registrada en el mes anterior. Al excluir del cálculo el impacto de la energía, los alimentos, el alcohol y el tabaco, la tasa subyacente se moderó también dos décimas, hasta el 2,9%.
Además, Eurostat confirmó que el PIB de la eurozona esquivó la recesión tras registrar un estancamiento en el cuarto trimestre respecto de los tres meses anteriores, cuando se contrajo un 0,1%.
En el caso de las grandes economías de la UE, Alemania registró una contracción del 0,3% en el cuarto trimestre, después de estancarse entre julio y septiembre, mientras Francia apenas creció un 0,1%, tras la parálisis del tercer trimestre, e Italia mantuvo su expansión del 0,2%. De este modo, España, con una expansión del 0,6% desde el 0,4%, volvió a ser la gran economía con mejor evolución de los Veintisiete.
El comportamiento de la economía de la eurozona entre octubre y diciembre fue sensiblemente peor que el observado en Estados Unidos, donde el PIB aumentó un 0,8% trimestral, aunque fue más positivo que el desempeño del Reino Unido, que entró en recesión técnica tras ceder un 0,3% en el último trimestre de 2024 y dejarse un 0,1% durante el tercero.
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