Cuatro de cada diez jóvenes afirman no recibir formación sobre cómo mejorar su seguridad o comportarse en Internet mientras que un tercio no habla con nadie de su entorno sobre lo que hace en la red , según se desprende del estudio 'Riesgo de las TRICO (Tecnologías de la Información, la Relación, la Información, la Comunicación y el Ocio)', elaborado por el Centro Reina Sofía de Fad Juventud con el apoyo de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. Como ha indicado en rueda de prensa la directora general de Fad Juventud , Beatriz Martín Padura, el estudio busca ahondar en «la visión de adolescentes y jóvenes». «Se está hablando de cómo hay que legislar, cuál es la responsabilidad de los padres, de la escuela, de la industria», pero la opinión de los afectados «es siempre lo que no aparece», ha precisado. De este modo, se han analizado los riesgos asociados a los usos juveniles de las Tecnologías de la Información, la Relación, la Información, la Comunicación y el Ocio (TRICO), a través de encuestas en las que profundizan en las experiencias y percepciones de un total de 1.200 jóvenes de 15 a 29 años residentes en España, llevados a cabo en febrero de 2023. Noticia Relacionada estandar No Uno de cada tres adolescentes españoles hace un «uso problemático» de las redes sociales Según un informe de Unicef, uno de cada cinco jóvenes está enganchado a los videojuegos y seis de cada diez duermen con el teléfono móvil, lo que empeora notablemente sus hábitos de higiene y descanso El estudio revela que un «alto porcentaje» de adolescentes y jóvenes afrontan en solitario su socialización digital , ya que un tercio no habla con nadie de lo que hace en Internet y el 40,3% no recibió recomendación de nadie de su entorno sobre cómo mejorar su seguridad o comportarse en Internet. En concreto, la investigación indica que los jóvenes conocen los peligros de Internet pero piden ayuda a sus iguales, no a los adultos. Los encuestados acuden principalmente a sus amistades (27,5%), a la pareja (18,9%) y después a familiares y docentes. Asimismo, hay un 18,9% que resuelven los problemas por su cuenta. Para la directora general de Fad Juventud, «en pleno debate social sobre la protección de niños, niñas y adolescentes ante los riesgos digitales , es muy preocupante que un 40% afirma que no recibe ningún tipo de formación sobre cómo afrontarlos«. Por ello, ve necesario fomentar la »alfabetización mediática«, para que los jóvenes sean »menos vulnerables a los riesgos digitales«. Los jóvenes conocen los peligros de Internet pero piden ayuda a sus iguales (amistades y pareja), no a los adultos. Aunque hay un 18,9% que resuelven los problemas por su cuenta Al respecto, el delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Joan R. Villalbí, ha señalado que en «sociedades complejas» con «administraciones muy descentralizadas», como es el caso de España, existe un «mosaico de respuestas» , ya que, a su juicio, «no hay una sola respuesta», sino una «respuesta colegiada, en cooperación, en colaboración». Preocupados por las estafas El estudio añade que los jóvenes son conscientes de los riesgos online y destacan que « Internet ha hecho que las relaciones sociales sean más superficiales« (58,7%), seguido de la idea de que aumenta la dificultad para concentrarse en estudiar o trabajar ( 53,3%) y que, con su uso, provoca mayor aislamiento (52,2%). Por otra parte, entre cinco y seis de cada diez jóvenes se muestra de acuerdo con la idea de que «en Internet es imposible proteger la privacidad» (5,79 de media) y que la red motiva que «las relaciones sociales sean más complicadas » (5,61). Asimismo, mencionan la sensación de «tener que estar siempre disponible en Internet» (5,17). Acerca de las situaciones que perciben que se producen a su alrededor, son elevados los porcentajes de jóvenes que consideran que determinadas situaciones de riesgo se dan con mucha o bastante frecuencia: un 52,8% cree que con bastante o mucha frecuencia circulan mensajes de odio (racistas, homófobos, antifeministas, etc.) y cercano al 50% es el porcentaje que también percibe problemas como el acoso entre compañeros a través de redes sociales y otros espacios online. Sobre qué situaciones de riesgo han vivido con bastante o mucha frecuencia en el último año, lo más mencionado es «bloquear perfiles en sus redes sociales por insultos o acoso» (19,6%), «recibir mensajes/ vídeos de carácter sexual sin consentimiento « (18,3%), »evitar subir contenidos por miedo al acoso o insulto« (16,5%) o »haber sido objeto de mensajes de odio« (14,8%), y »haber recibido insultos o acoso de personas desconocidas« (14,4%). Internet ha hecho que las relaciones sociales sean más superficiales según un 58,7 por ciento de los encuestados Otras preocupaciones están relacionadas con ser víctimas de estafas, timos o fraudes (37,7%), la difusión de fotos o vídeos comprometidos sin permiso (37,4%) y la suplantación de la identidad (30,6%), mientras que les importa menos que les controlen o les signen otras personas (18,9%), que les persigan por opiniones, actitudes o comportamientos (15,6%) y engancharse a juegos y apuestas online con dinero (15,2%). En este punto, como ha especificado el investigador de Fad Juventud, Alejandro Gómez, « las experiencias son muy diferentes por género «. Por ejemplo, a un 42,8% de las mujeres encuestadas les preocupa que difundan fotos o vídeos comprometidos suyos sin su permiso, frente al 31,5% de los hombres. Asimismo, respecto al acoso sexual online, las jóvenes son el doble de preocupadas, con un 34,2% frente al 15,1% de los chicos. Además, en el caso de los hombres, la adicción a juegos de apuestas es más inquietante que para las mujeres, con un 19,7% frente al 11,1%, respectivamente. Sobre cuestiones como la suplantación de identidad online o ser víctimas de fraudes y estafas, estas preocupaciones crecen según avanza la edad, con un 39,4% y un 42,9%, respectivamente, entre los 25 a 29 años. Saturación y dependencia Por otro lado, casi la mitad (48%) de los jóvenes encuestados tiene la sensación habitual de que pasa demasiado tiempo en internet y también en redes sociales (48,6%) y el 53,2% dice que usa demasiado el 'smartphone'. En este sentido, el 70,8% está de acuerdo con la premisa de que no es consciente de todo el tiempo que pasa en redes sociales y el 64,3% con que quiere ver esas redes sociales en todo momento. Además, tres de cada diez jóvenes ve importante para su autoestima obtener reacciones positivas (28,4% hombres y 31,1% mujeres), al mismo tiempo que les preocupa obtener reacciones negativas por su aspecto físico (23,9% hombres y 35 ,2% mujeres). Precisamente, por esa relevancia que le dan a lograr reacciones positivas, cerca de la mitad de la población joven retoca con alguna frecuencia las fotos que sube a redes sociales: 24,3% asegura que lo hace a veces y el 20,2%, con bastante o mucha frecuencia. Tres de cada diez jóvenes ve importante para su autoestima obtener reacciones positivas en sus publicaciones de redes sociales En el lado contrario, la encuesta indica que muchos jóvenes encuestados han sentido en el último año saturación o hartazgo y necesitan «desconectarse» : un 30,1% con bastante o mucha frecuencia y un 35,4% a veces. En concreto, casi la mitad de la muestra (47,4%) está bastante o muy de acuerdo con que se siente obligado a llevar el móvil siempre encima, el 40,8% siente la necesidad de mirar constantemente si tiene notificaciones y el 32 ,9% usa el teléfono en lugares o situaciones donde no es apropiado. El peligro de la desinformación Asimismo, la juventud también es consciente de la sobreexposición existente y de que las TRICO les restan tiempo. Se ven hábiles digitalmente, pero, al mismo tiempo, reconocen, como ha señalado Gómez, que no siempre contrastan la información que consumen. En este sentido, casi la mitad (48,9%) cree que, con bastante o mucha frecuencia, ve contenidos falsos o dudosos en Internet. Y, a pesar de ello, un 42,3% contrasta habitualmente lo que considera cuestionable, llegando el 45,2% a compartir o reenviar alguna noticia que luego ha sabido que era falsa. Al respecto, según se desprende del estudio, dos de cada diez personas nunca o casi nunca contrastan aquello que considera dudoso o falso.
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