Cada vez son más los consumidores que están sufriendo los rigores de la inflación y han tenido que modificar su cesta de la compra habitual para intentar sortear la crisis de precios. No en vano, la inflación de los alimentos se sitúa en el 10,5% en España, cuarta economía del euro con el coste más alto en este apartado.
Y es que hasta el 83% de los españoles ha cambiado sus hábitos de compra y consumo en 2023, lo que supone 11 puntos más que en el ejercicio anterior (72%), y en la actualidad la mayoría prima a la hora de decidir su lugar de compra la cercanía y el precio por encima de la calidad
Se trata de una de las principales conclusiones de la encuesta Hábitos de Compra y Consumo 2023 presentada este jueves por la Mesa de Participación (MPAC), un foro de debate y grupo de trabajo formado por las federaciones y asociaciones de consumidores y usuarios CECU, FUCI, UNAE y UCAUCE junto con Mercadona.
El informe, elaborado con más de 3.500 encuestas realizadas a familias españolas, precisa que de ese 83% de consumidores que ha variado su forma de consumir, el 42% lo ha hecho buscando más las ofertas, el 15% aprovechando más la comida para evitar el desperdicio de alimentos y un 10% reduciendo el gasto en alimentación. En menor medida, han cambiado el tipo de productos que consumen (8%) y han diversificado su compra (8%).
Ahora nos encontramos ante un consumidor que a la hora de elegir un establecimiento sigue teniendo en cuenta la cercanía (53%) por encima del precio (48%) y la calidad (38%), pero que ha introducido en su hábitos dos nuevos factores determinantes: hacer la compra completa en un mismo establecimiento (23%) o la variedad del surtido (21%).
En 2023 también se produce un cambio entre los motivos principales en la selección de productos por parte de los consumidores y el precio (38%) cobra mayor peso que la calidad (29%).
La encuesta señala también que los consumidores siguen confiando en los supermercados (62%) como primera opción para realizar la compra de alimentación -aunque con un retroceso de dos puntos respecto a 2022-.
Por su parte, se mantiene estable la posición de los mercados municipales (6%), aumenta la compra habitual en los pequeños comercios y tiendas especializadas, y, sobre todo, la elección de la compra online, que gana 6 puntos y se sitúa en el 7%.
Reducción en la compra de frescos
Otro cambio destaca que se ha dado este año primera vez desde que realiza esta encuesta es una reducción en la compra de productos frescos, principalmente pescado, carne, pasta y legumbres, y el consecuente aumento de la adquisición de producto congelado.
Por ejemplo, la carne congelada pasa del 6% en 2022 al 10% este año y el pescado congelado del 29% al 36%. En el caso de las pastas y las legumbres destaca el incremento de 10 puntos en la categoría de 'Conservas/Otros'.
El estudio revela además que los consumidores siguen exigiendo más información sobre los productos que adquieren. Los elementos que más se valoran en el etiquetado son la fecha de caducidad (66%); la composición (50%); los precios y las ofertas (35%) y en menor medida la información nutricional (25%).
Los encuestados también se muestran a favor de que se haga uso de las nuevas tecnologías y se incluya un código QR que aporte información adicional sobre nutrición (45%), procedencia (36%), conservación del producto (36%) y calidad y certificación de la misma (21%).
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